
Polvo de ciudad
Apuntes gráficos sobre el espacio público del DF (Ciudad de México). Cualquier semejanza con otro lugar, es mera globalización...




- la esencia de toda ciudad es su nivel de congestión. la congestión a nivel urbano puede ser positiva en la medida que significa una alta concentración de bienes y servicios para el bienestar y la calidad de vida de los humanos. no es lo mismo ir a la escuela que esta a 5 calles de nuestro domicilio que caminar 3 horas o más para lograrlo, como puede ocurrir en zonas rurales. pero esa misma congestión se puede tornar negativa en el momento en que otra cualidad esencial del fenómeno urbano: la movilidad, se ve menguada. hoy en día el promedio de velocidad vehicular en el DF es de 20 km/Hr, cuando el ideal debería ser de 70 Km/Hr. con un crecimiento de 15% anual del parque vehicular, si autoridades y habitantes no hacemos nada, se pronostica que para el 2030 bajaría a sólo 5 Km/Hr. es decir, que será mejor caminar que andar en vehiculos. lo cual después de todo no sería tan malo, pues si partimos de que muchas de las soluciones para nuestra ciudad tienen como eje principal el rescate de las calles para los peatones, podríamos concluir que tarde o temprano las soluciones llegaran. entonces ¿por qué esperar hasta el 2030? nota: no olvidemos la calidad del aire.
- tal vez el origen de todos los problemas de nuestra megaciudad es que no somos realmente concientes de cuántos somos. "2o millones" se dice fácil, pero nadie nunca ha visto tanta gente junta. sería como juntarnos en una plaza cuadrada de 2.68 Km por lado, algo así como 180 veces el tamaño del Zócalo.
- los coches en el DF se han convertido en los espejos de sus propietarios. ¿quieres saber si alguien es alcohólico? mira si hay botellas o latas de cerveza en el asiento de atrás. no en vano cuando un accidente vehicular deja irreconocible el modelo de un coche, la presencia de envases de alcohol son muestra de que el conductor iba en estado de ebriedad. el automóvil es para muchos habitantes de esta ciudad como una segunda piel.
- ¿por qué en el DF la gente casi no usa los puentes peatonales? la mayoría podría decir por flojera, por inseguridad, o incluso, por simple cultura. si partimos del hecho de que es difícil pensar en alguien que se compra unos zapatos para nunca utilizarlos, podríamos llegar a la conclusión de que mucha gente no utiliza los puentes peatonales porque no siente que le cuestan. lo cual es cierto en la práctica, pues al no pagar impuestos, mucha gente no es conciente de todo lo que ello involucra. seguramente una mejor recaudación de recursos rompería tantos círculos viciosos que se materializan en la imagen de nuestras ciudades. y lo que es mejor: nos sentiríamos con mayor derecho de exigir a gobernantes y a nosotros mismos una mejor ciudad. ¿por qué sólo unos pocos pagan correctamente impuestos? eso es otra historia.
- tal vez no sea necesario aprender medicina para vivir en una megalópolis. lo mismo se podría decir sobre la ingeniería o el diseño. pero sin duda una buena educación en materia de comportamiento ciudadano nos haría bastante bien. pues después de todo, seamos médicos o ingenieros, todos vivimos en la ciudad para sacar los provechos que ésta ofrece.
- no nos hagamos. el gran problema de megalópolis como el DF, no es ni la saturación vehicular ni la inseguridad… todo eso es sólo la cáscara de la situación. el gran problema somos todos sus habitantes. la falta de una educación urbano-colectiva con la que todos hacemos uso del espacio público ha devenido en una clara falta de conectividad. tal y como se espera que todo usuario lea el manual para un correcto uso de su teléfono móvil, tal vez sería bueno pensar en un manual para uso de la ciudad. con normas simples, pero que en su debida escala, arrojen un mejor funcionamiento de la urbe.








- frente a la realidad que supone vivir en una megalópolis como el DF, la población ha evolucionado de muy diversas formas con tal de satisfacer sus necesidades de transporte. sin saberlo, los habitantes de esta ciudad pertenecen a una de las dos tribus dominantes del espacio público: los homo massibus y los homo claxon.




- conforme el tiempo pasa, el espacio-motor sigue su imperial conquista sobre el espacio-peatón. la perfecta relación entre longitud de trayectos y número de habitantes han llevado a que buena parte del espacio público de la ciudad se destine exclusivamente al transporte. así, el DF -la vieja "ciudad de los palacios"- ha perdido su dimensión humana para transformarse en megalópolis: esa cosa rara que existe entre la escuela y el trabajo; entre el trabajo y el hogar. a menos que una llanta se ponche y nos obligue a descender, o que el viaje sea corto; la actual ciudad de méxico demuestra ser eso: una ciudad para los coches y los camiones. una ciudad caóticamente mecanizada.



























