Polvo de ciudad

Apuntes gráficos sobre el espacio público del DF (Ciudad de México). Cualquier semejanza con otro lugar, es mera globalización...


- el viaducto, aunque muchos habitantes del DF no lo sepan, fue en antaño un cauce muy bello llamado "río de la piedad" que cruzaba la ciudad. pero como todo en la historia lacustre de este valle, se decidió entubar para evitarles problemas a su habitantes y con ello se dió prioridad al uso del automóvil. es decir, cambiamos un río de agua, por uno de coches. hoy en día el "viaducto río de la piedad" es una de las arterías del DF con mayor congestión vehicular. muchos conductores piden eso: PIEDAD... y aún así, a ciertas horas el tránsito alcanza tal fluidez, que el silencio de los claxon aunado a la velocidad constante de los coches producen en el oído y la vista un efecto similar al de un río natural de cause generoso... magia pura!

- parte de la naturaleza de la ciudad, es su estado inacabado.... su eterno cambio. pasado un número de habitantes que se cuente por millones, la ciudad nunca llega a su estado final y se convierte en ese ente que uno no sabe si está en construcción, o en abierto estado de destrucción. construir y destruir son desde este enfoque lo mismo: meros conceptos para definir el estado siempre en transición de la ciudad. como sus habitantes.

- desafortunadamente el cruce de dos o más hilos urbanos a veces termina en desastre...

- ahora, en realidad los hilos urbanos no sólo atañen al sistema de transporte, pues están en casi cualquier actividad dentro de la ciudad. lo cual es muy fácil detectar en esos fenómenos de la convivencia humana llamados "filas", que no son otra cosa que el negativo de un hilo urbano, y con ello se constata que un hilo urbano se materializa en un hilo humano...


- existe una hora en el DF donde la mancha urbana parece fragmentarse en muchas ciudades unidas por largos silencios... hasta que ocurre un portazo, o una ambulancia se oye a lo lejos...

- en el DF existen "hilos urbanos" que si uno sabe cómo tomarlos puede sacarles muy buen provecho. un hilo urbano es una mezcla de conectividad, continuidad y eficiencia en la red de transporte que optimiza al máximo nuestro recorrido por la mancha urbana. por ejemplo, supongamos que para llegar a un destino fijo se requiere tomar un camión, después el metro y al final un nuevo autobús. el hilo urbano se teje en la medida que no invierta tiempo en esperar al transporte en turno, y con ello tener un trayecto uniforme y fluido. esto es, que al salir de nuestro origen el primer autobús pase justo en el momento en que lleguemos a la parada; que el metro parezca estar esperándonos para iniciar el viaje, y que el último autobús funcione igual. colgarse de un hilo urbano en el DF puede significar el ahorro de hasta un 40% del tiempo promedio del viaje. el único inconveniente es que, para poder lograrlo, el factor decisivo es la suerte. mucha suerte!

- llegado su momento histórico, miles de seres humanos emigraron del campo a la ciudad para mejorar su calidad de vida. es decir, que utilizaron la ciudad como alternativa. hoy en día esto se ha invertido: la ciudad nos utiliza.
- la esencia de toda ciudad es su nivel de congestión. la congestión a nivel urbano puede ser positiva en la medida que significa una alta concentración de bienes y servicios para el bienestar y la calidad de vida de los humanos. no es lo mismo ir a la escuela que esta a 5 calles de nuestro domicilio que caminar 3 horas o más para lograrlo, como puede ocurrir en zonas rurales. pero esa misma congestión se puede tornar negativa en el momento en que otra cualidad esencial del fenómeno urbano: la movilidad, se ve menguada. hoy en día el promedio de velocidad vehicular en el DF es de 20 km/Hr, cuando el ideal debería ser de 70 Km/Hr. con un crecimiento de 15% anual del parque vehicular, si autoridades y habitantes no hacemos nada, se pronostica que para el 2030 bajaría a sólo 5 Km/Hr. es decir, que será mejor caminar que andar en vehiculos. lo cual después de todo no sería tan malo, pues si partimos de que muchas de las soluciones para nuestra ciudad tienen como eje principal el rescate de las calles para los peatones, podríamos concluir que tarde o temprano las soluciones llegaran. entonces ¿por qué esperar hasta el 2030? nota: no olvidemos la calidad del aire.
- tal vez el origen de todos los problemas de nuestra megaciudad es que no somos realmente concientes de cuántos somos. "2o millones" se dice fácil, pero nadie nunca ha visto tanta gente junta. sería como juntarnos en una plaza cuadrada de 2.68 Km por lado, algo así como 180 veces el tamaño del Zócalo.
Superficie por persona = 60 x 60 cm
Superficie del Zócalo = 200 x 200 m

0.60 x 0.60 = 0.36 m2 x 20,000,000 = 7,200,000 m2
> √7,200,000 = 2,683.2815 m / 1,000 = 2.6832 Km

7,200,000 / 40,000 = 180

*la mancha verde a la izquierda de la imagen es el Bosque de Chapultepec y la roja, el Zócalo.
- los coches en el DF se han convertido en los espejos de sus propietarios. ¿quieres saber si alguien es alcohólico? mira si hay botellas o latas de cerveza en el asiento de atrás. no en vano cuando un accidente vehicular deja irreconocible el modelo de un coche, la presencia de envases de alcohol son muestra de que el conductor iba en estado de ebriedad. el automóvil es para muchos habitantes de esta ciudad como una segunda piel.
- ¿por qué en el DF la gente casi no usa los puentes peatonales? la mayoría podría decir por flojera, por inseguridad, o incluso, por simple cultura. si partimos del hecho de que es difícil pensar en alguien que se compra unos zapatos para nunca utilizarlos, podríamos llegar a la conclusión de que mucha gente no utiliza los puentes peatonales porque no siente que le cuestan. lo cual es cierto en la práctica, pues al no pagar impuestos, mucha gente no es conciente de todo lo que ello involucra. seguramente una mejor recaudación de recursos rompería tantos círculos viciosos que se materializan en la imagen de nuestras ciudades. y lo que es mejor: nos sentiríamos con mayor derecho de exigir a gobernantes y a nosotros mismos una mejor ciudad. ¿por qué sólo unos pocos pagan correctamente impuestos? eso es otra historia.
- tal vez no sea necesario aprender medicina para vivir en una megalópolis. lo mismo se podría decir sobre la ingeniería o el diseño. pero sin duda una buena educación en materia de comportamiento ciudadano nos haría bastante bien. pues después de todo, seamos médicos o ingenieros, todos vivimos en la ciudad para sacar los provechos que ésta ofrece.
- no nos hagamos. el gran problema de megalópolis como el DF, no es ni la saturación vehicular ni la inseguridad… todo eso es sólo la cáscara de la situación. el gran problema somos todos sus habitantes. la falta de una educación urbano-colectiva con la que todos hacemos uso del espacio público ha devenido en una clara falta de conectividad. tal y como se espera que todo usuario lea el manual para un correcto uso de su teléfono móvil, tal vez sería bueno pensar en un manual para uso de la ciudad. con normas simples, pero que en su debida escala, arrojen un mejor funcionamiento de la urbe.
- pocas son la diferencias entre la imagen nocturna del valle de méxico actual y toda esa magma volcánica que alguna vez broto de sus entrañas. como todas las grandes ciudades, el DF es eso: un magma. lava que poco a poco avanza.
CIUDAD UNIVERSITARIA

CIUDAD SATELITE

CIUDAD NEZAHUALCOYOTL

- como resultado de un proceso de conurbación fuera de control, el DF ha devorado varias ciudades para convertirse en megalópolis. siguiendo esta pauta el DF es policéntrico.

- tanto nos hemos acostumbrado al paisaje vehicular del DF, que ya es una tradición de los medios masivos hablar sobre lo vacías que lucen las calles tras los festejos de navidad y año nuevo. es casi un espectáculo. la ciudad de todos se vuelve de nadie.

- dime en qué viajas y te diré en qué DF vives... ciertamente la ciudad de méxico -como toda gran megalópolis- tiene un crecimiento en apariencia orgánico, pero visto en detalle, es más bien mecánico.



- a este paso, tal vez algún día la ciudad de méxico desaparaezca bajo el imperio del automóvil. un imperio que, debido a su fuerte influencia sobre el espacio urbano, cada vez requiere una red vial más drámatica y robusta, casi arquitectónica. una arquitectura para los coches.







- está más que claro: en el zócalo -el espacio público más emblemático del DF- todo puede pasar...

- vista desde el espacio, la ciudad de méxico no es más que una mancha que amenaza con devorar lo que se encuentre a su paso, es decir, otras ciudades...


conforme la altura disminuye, la ciudad comienza a presentar eso que algunos llaman "el vértigo de lo horizontal", lo cuál en muchas ocasiones puede devenir en monotonía...



a nivel de suelo, nadie puede negar que el DF tiene innumerables iconos que le dan coherencia e identidad...


pero nada es tan reconocible y tan particular como sus sistemas de transporte. héroes y villanos de este gran teatro...

aunque si uno mira una película de Woody Allen es casi inmediato reconocer que la ciudad en cuestión es nueva york. con el DF no siempre pasa esto. claro, hay sus excepciones: los homo claxon.
MUERTE Y DESCOMPOSICIÓN DE UN SILLÓN

- pasados dos meses de que alguien fue a dejar un sillón usado junto a uno de esos lugares poco visitados del espacio urbano: las vías del tren; esto es lo que queda de aquel mueble. un día después de haber sido abandonado a su suerte, ya no tenía tela. dos días después, el respaldo había sido desprendido del asiento. pasada una semana el hule-espuma fue quitado dejando a la vista el esqueleto de resortes, y desde entonces, poco a poco la intemperie ha hecho lo suyo. un dato curioso al respecto es que todos los "eventos importantes" han ocurrido durante la noche. nada durante el día. la conclusión de todo esto es: el DF en su condición de megalópolis, se autodevora.

- de la misma manera que los aztecas pensaron que jinete y caballo eran el mismo ser. hoy en día conductor y coche parecen dominar el espacio urbano del DF. vista desde el aire, la megalópolis carece de humanos y parece ser simplemente habitada por coches y camiones.



- imaginemos un DF sin tráfico, sin accidentes, sin manifestaciones, sin ninguna de esas noticias trágicas que suelen llenar los noticieros locales. de ser así, seguramente muchas personas perderían su empleo. ¿a dónde irían? ¿de qué vivirían?. como producto de innumerables percances, el DF ha generado una economía del desastre.

- contrario a lo que se pueda pensar, la diferencia que separa a un homo claxon de un homo massibus no siempre es el medio de transporte que utiliza, sino el grado de participación y poder que ejerce sobre el espacio público. esto es: el homo massibus es pasivo, y el homo claxon, activo. así, podemos observar que muchas veces el chofer de un homo massibus en el fondo se trata de un homo claxon. de la misma manera que muchos homo claxon al ir acompañados se convierten en una variante diminuta del homo massibus. otro aspecto a considerarse es que, dado que ser homo claxon en el DF es sinónimo de estatus, muchos homo massibus aspiran a serlo, incluso cuando las circunstancias de la megalópolis cada vez sean más adversas para lograrlo.

- frente a la realidad que supone vivir en una megalópolis como el DF, la población ha evolucionado de muy diversas formas con tal de satisfacer sus necesidades de transporte. sin saberlo, los habitantes de esta ciudad pertenecen a una de las dos tribus dominantes del espacio público: los homo massibus y los homo claxon.


los homo claxon se caracterizan por estar siempre al frente de un volante. viajan solos -o como si lo estuvieran- y por ello suelen manifestar sus emociones que generalmente son de enojo o alegría mediante el ruido del claxon, de ahí su origen. aunque son menor en número que los homo massibus, ocupan una mayor cantidad del espacio urbano. tal contradicción los puede llevar a ser altamente intolerantes con seres de su misma condición. pero prefieren sufrir tal inconveniente, que pensar en la idea de ser uno más de los homo massibus y perder con ello su identidad. para algunos, ser homo claxon en el DF es sinónimo de mayor estatus. gustan de usar el aire acondicionado, y si la ocasión lo amerita, suben el volumen de su música a tope como demostración de poder. el homo claxon es con toda seguridad, el producto más inmediato de un contexto social individualista frente a la vastedad de la mancha urbana.



los homo massibus se caracterizan por un creciente estado de letargo como resultado de su condición colectiva. aunque en días de quincena pueden llegar a demostrar todo lo contrario. siempre actuan en grupo sobre el espacio urbano. a veces por mera economía, otras por simple practicidad. el reducido espacio del que disponen los ha obligado a ser más tolerantes en cuanto a su relación con los extraños. permiten ser tocados siempre y cuando se trate de situaciones propias de la aglomeración del transporte público. si viajan solos, a pesar de estar rodeados de otros miembros de su misma condición, optan por el silencio como sistema de protección. no hablan, sólo miran, escuchan y -para bien o para mal- huelen. algunos prefieren abstraerse del medio cerrando los ojos a un grado tal que pueden quedarse dormidos. si viajan en grupo, casi se podría decir que buscan llamar la atención mediante risas estruendosas y un aparente estado festivo. el homo massibus es la manifestación más natural de un tejido urbano claramente desbordado por su saturación y una muestra de ello es la estela de basura que muchas veces queda a su paso.


desde este punto de vista "antropológico", se podría decir que gran parte de los problemas de espacio urbano que sufre el DF, son ocasionados por el estancamiento evolutivo que buena parte de la población manifiesta. esto es, a pesar de que el DF sigue creciendo como megalópolis, y con ello pide a sus habitantes una postura de homo massibus, nadie duda en seguir siendo (o querer ser) un homo claxon.


- lejos están aquellos días en que salir a pasear por las calles era una sana costumbre de los capitalinos. ahora en cambio, las aceras se utilizan para muy diversas actividades, pero no para pasear. salvo que el entorno inmediato satisfaga nuestras necesidades, lo cierto es que cada vez necesitamos cubrir distancias más largas para conseguir lo que deseamos. lo anterior no sólo ha implicado un dramático cambio en la imagen de la ciudad, sino que, paralelalemente hemos transformado poco a poco nuestra condición humana para adaptarnos a las nuevas condiciones que la urbe nos exige. la pregunta que surge de todo esto es: qué cambió primero, la ciudad o nosotros?... eso es tanto como preguntarse el origen del huevo y la gallina. el DF es cada uno de sus habitantes, pues la ciudad por sí sola, es sólo una enorme mancha gris quieta sobre el paisaje. sin gente no hay ciudad, la ciudad somos nosotros.



- conforme el tiempo pasa, el espacio-motor sigue su imperial conquista sobre el espacio-peatón. la perfecta relación entre longitud de trayectos y número de habitantes han llevado a que buena parte del espacio público de la ciudad se destine exclusivamente al transporte. así, el DF -la vieja "ciudad de los palacios"- ha perdido su dimensión humana para transformarse en megalópolis: esa cosa rara que existe entre la escuela y el trabajo; entre el trabajo y el hogar. a menos que una llanta se ponche y nos obligue a descender, o que el viaje sea corto; la actual ciudad de méxico demuestra ser eso: una ciudad para los coches y los camiones. una ciudad caóticamente mecanizada.


- de todas las formas de apropiación del espacio público que existen en esta ciudad, tal vez la más añeja y activa es la de los mercados sobre ruedas -mejor conocidos como "tianguis"- que remontan sus orígenes a la época prehispánica en donde se les llamaba "tianquiztli". los hay de muy diversos tipos y temporalidad según el tipo de productos que se ofrecen. eso si, todos se caracterizan por el empleo de toldos de plástico o tela multicolores que enfatizan su condición efímera frente a la solidez de las construcciones aledañas. en una tarde de viento, el ondular de los toldos dan a la calle la impresión de respirar.

- de una u otra forma, en el DF todos cargamos con el tiempo de los demás. todos somos la ciudad.

- dónde termina la ciudad, es algo que pocos han visto. conforme uno se aleja del centro "histórico" y dependiendo de la dirección que se tome, o se puede ir a zonas poco consolidadas cuya imagen principal es el gris de sus fachadas; o se puede ir a zonas con un alto poder adquisitivo que se manifiesta en la altura de sus construcciones. a partir de ello, la ciudad demuestra tener varios centros. el DF en realidad es muchas ciudades a la vez.

- a la distancia, el DF es como un monstruo de 1000 cabezas. una torre por allí, otra por allá... todo en aparente desorden. pese a que continua su vertiginoso crecimiento horizontal, la tendencia a redensificar la parte central se ha iniciado ¿podrán más los intereses económicos actuales que su inercia histórica?

- a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades con un mayor respeto por lo que es de todos, en el DF el espacio público al ser de todos, por tanto, todos se pueden apropiar de él. en estos términos no hay diferencia entre el uso que da al espacio un vendedor ambulante informal, un automovilista legal, o un manifestante foráneo que expone problemas de su lejana comunidad. el DF es el estómago del país.