- el DF y su zona metropolitana son tan extensos y su distribución laboral tan polarizada y temporal, que ha obligado a cientos de miles de sus habitantes a utilizar el coche como instrumento principal de transporte; el medio para intentar enlazar los espacios en los que desarrollan sus actividades cotidianas. tras ello, irremediablemente las calles se ven saturadas poniendo a prueba la paciencia más cultivada. en tales circunstancias, una nueva contradicción sale a flote: el coche, un invento hecho para optimizar el movimiento, aquí se convierte paradójicamente en un medio para acenturar la estanquedad de su espacio urbano. si un médico diagnosticara a esta ciudad, sin duda los resultados arrojarían un alto grado de colesterol con varios infartos en su historial clínico.